El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) están financiando estudios innovadores que podrían cambiar el panorama del diagnóstico y tratamiento del cáncer pancreático. Este tipo de cáncer, aunque ocupa el décimo lugar en frecuencia en Estados Unidos, es la tercera causa más común de muerte por cáncer. Su detección temprana sigue siendo un desafío debido a la ausencia de síntomas iniciales.
Avances en la detección temprana del cáncer pancreático
Actualmente, no existe una prueba de detección rutinaria para el cáncer pancreático, pero investigadores del Centro de Cáncer City of Hope en California han desarrollado un análisis de sangre prometedor. En un estudio con 1.000 personas, lograron detectar la enfermedad en etapas tempranas mediante el análisis de material genético tumoral. Aunque se requieren más investigaciones, este método podría beneficiar a personas con alto riesgo de padecer la enfermedad.
Además, un estudio del Centro de Investigaciones de Cáncer Pancreático Sol Goldman en Johns Hopkins demostró que el uso regular de pruebas de diagnóstico por imagen, como resonancia magnética y ultrasonido, mejora la detección temprana en pacientes de alto riesgo. La aplicación de estas pruebas aumentó la probabilidad de diagnóstico en estadios iniciales y prolongó la esperanza de vida de los pacientes.
Nuevas opciones de tratamiento
El tratamiento convencional del cáncer pancreático en estadios iniciales incluye la quimioterapia, la cual puede generar efectos secundarios severos. En 2023, investigadores descubrieron una nueva clase de medicamentos, los inhibidores del gen KRAS, que lograron reducir el tamaño de los tumores o detener su crecimiento. Sin embargo, su efectividad es limitada cuando se emplean de manera aislada.
Un estudio reciente en ratones reveló que la combinación de quimioterapia con inhibidores del gen KRAS ralentiza el crecimiento y propagación de los tumores. Este enfoque podría permitir a los médicos reducir las dosis de quimioterapia necesarias, disminuyendo así los efectos adversos en los pacientes.
Estudios en curso sobre la relación entre diabetes y cáncer pancreático
Investigaciones recientes sugieren que un diagnóstico nuevo de diabetes podría ser una señal temprana de cáncer pancreático. Se estima que 1 de cada 4 personas diagnosticadas con esta enfermedad primero desarrolló diabetes. Además, cerca de 1 de cada 100 personas con diabetes de inicio reciente es diagnosticada con cáncer pancreático en los tres años siguientes.
Para identificar estos casos, un estudio en curso analiza una cohorte de personas con diabetes recientemente diagnosticada. Durante tres años, se tomarán muestras de sangre de los participantes para buscar marcadores biológicos que indiquen la presencia de cáncer pancreático.
La meta es desarrollar un análisis de sangre que ayude a determinar qué pacientes con diabetes nueva requieren pruebas adicionales para detectar esta enfermedad a tiempo.
Estos avances representan una esperanza para mejorar el diagnóstico temprano y los tratamientos del cáncer pancreático, una de las enfermedades más letales y difíciles de tratar en la actualidad.