Las muertes por cáncer continúan disminuyendo de forma constante en Estados Unidos, incluso durante los primeros años de la pandemia de COVID-19, según lo revela el más reciente Informe Anual a la Nación sobre el Estado del Cáncer publicado el 16 de abril de 2025 en la revista Cancer.
El documento, elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS) y la North American Association of Central Cancer Registries (NAACCR), presenta un panorama alentador: entre 2001 y 2022, la mortalidad por cáncer disminuyó de forma generalizada en hombres, mujeres y niños.
¿Qué está funcionando en la lucha contra el cáncer?
El informe atribuye este progreso a múltiples factores:
- Menor incidencia y mortalidad del cáncer de pulmón y otros cánceres relacionados con el tabaquismo.
Las campañas antitabaco, mejoras en el diagnóstico temprano y terapias dirigidas han reducido significativamente los casos y muertes por cáncer pulmonar. - Tratamientos más efectivos y personalizados.
El avance en inmunoterapias, terapias dirigidas y protocolos más sofisticados está prolongando la vida de los pacientes y mejorando su calidad de vida. - Mayor concienciación y prevención.
Los esfuerzos por educar a la población sobre factores de riesgo, chequeos rutinarios y vacunación contra el VPH están dando frutos. - Cambios en el estilo de vida.
Un menor consumo de tabaco y alcohol, junto con una mayor conciencia sobre alimentación saludable y actividad física, también han contribuido a la reducción.
Cánceres asociados con la obesidad: una amenaza en ascenso
Sin embargo, el informe también alerta sobre el aumento en la incidencia de cánceres relacionados con la obesidad, como el cáncer de mama en mujeres, útero, colon y recto, páncreas, riñón e hígado. Este repunte señala un nuevo frente de batalla en la salud pública: el control del sobrepeso y la obesidad como factores de riesgo clave.
Asimismo, si bien los diagnósticos de cáncer de mama han aumentado levemente, las muertes por esta causa han disminuido, lo que refleja avances en el tratamiento y la detección temprana.
A pesar de los avances generales, el informe destaca desigualdades persistentes por origen étnico y geográfico. Entre 2018 y 2022, las muertes por cáncer disminuyeron en todos los principales grupos poblacionales; no obstante, las tasas de incidencia se mantuvieron más altas en hombres negros no hispanos y en mujeres indígenas americanas y nativas de Alaska.
Estas disparidades subrayan la necesidad de políticas públicas que garanticen igualdad de acceso a la detección, el tratamiento y los programas de prevención del cáncer.
El llamado a la acción: más inversión en investigación e inclusión
Para sostener y acelerar esta tendencia positiva, los expertos hacen un llamado a reforzar:
- La inversión en investigación oncológica, especialmente en cánceres raros y resistentes a tratamientos actuales.
- La ampliación del acceso equitativo a servicios de salud, en especial en comunidades marginadas.
- Las políticas de prevención primaria, centradas en estilos de vida saludables y reducción de factores de riesgo como obesidad y tabaquismo.
La disminución sostenida de la mortalidad por cáncer en Estados Unidos representa un hito esperanzador en la lucha contra una de las principales causas de muerte a nivel mundial.
Este avance refleja décadas de esfuerzo colectivo en prevención, investigación, educación y mejora del acceso a tratamientos más eficaces. No obstante, el informe también pone sobre la mesa desafíos ineludibles, las disparidades en salud, el impacto de enfermedades crónicas como la obesidad y la necesidad de garantizar que cada persona —sin importar su raza, género, nivel socioeconómico o lugar de residencia— tenga las mismas oportunidades de enfrentar el cáncer con dignidad, diagnóstico oportuno y atención de calidad. La lucha contra el cáncer avanza, pero aún no ha terminado.