Un reciente estudio publicado en *Nature Communications* ha revelado un avance significativo en la comprensión y tratamiento del neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil que ha resultado difícil de abordar de manera efectiva. Esta investigación, liderada por el Children’s Cancer Institute de Australia, ha identificado el papel crucial del gen RUNX1T1 en el desarrollo del neuroblastoma, lo que podría marcar un cambio en el enfoque terapéutico de esta enfermedad.
El estudio ha demostrado que la eliminación o silenciamiento del gen RUNX1T1 no solo impide el desarrollo de tumores en modelos animales, sino que también detiene de manera efectiva el crecimiento de células humanas de neuroblastoma en cultivo. Esta evidencia sugiere que concentrar los esfuerzos en este gen podría ofrecer una nueva estrategia para combatir el cáncer, diferente de los enfoques tradicionales que se han centrado principalmente en genes como el MYCN, conocido por su asociación con tumores agresivos en niños.
La investigación ha ido más allá al revelar que RUNX1T1 podría tener implicaciones en otros tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón de células pequeñas en adultos y el rabdomiosarcoma, en los que se han observado altos niveles de expresión de este gen. Este hallazgo abre la posibilidad de desarrollar terapias no solo para el neuroblastoma infantil, sino también para otras formas de cáncer.
Otra dimensión relevante del descubrimiento es el potencial de RUNX1T1 para aumentar la susceptibilidad de las células cancerosas al sistema inmunológico. Esto es particularmente importante en el caso del neuroblastoma, donde las células tumorales suelen evadir la respuesta inmune, complicando el uso de inmunoterapias. Las investigaciones futuras se centrarán en explorar esta propiedad, lo que podría llevar a avances en el tratamiento no solo del neuroblastoma, sino de una amplia gama de cánceres pediátricos.
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Este estudio ha sido posible gracias a la colaboración entre diversas instituciones internacionales, incluyendo la Universidad de Bolonia, la Universidad de Ámsterdam y el Instituto Walter y Eliza Hall de Investigación Médica, junto con varias universidades y hospitales australianos. El trabajo ha sido apoyado por organizaciones como The Profield Foundation Trust, Tour de Cure Australia, Cancer Council NSW y Neuroblastoma Australia, lo que subraya la importancia de la cooperación global en la lucha contra el cáncer infantil.
El Children’s Cancer Institute, fundado en 1976, continúa siendo una entidad central en la investigación del cáncer infantil en Australia, con la misión de salvar vidas y mejorar la calidad de vida de los niños afectados por esta enfermedad. Con un equipo de más de 350 investigadores, personal operativo y estudiantes, el instituto se dedica a trasladar rápidamente los avances científicos, desde el laboratorio hasta los pacientes en los hospitales.
Tour de Cure Australia, una organización sin fines de lucro comprometida con la recaudación de fondos para la investigación, tratamiento y prevención del cáncer, ha recaudado más de 130 millones de dólares australianos desde 2007, apoyando más de 1000 proyectos. Estos esfuerzos han dado como resultado 156 desarrollos importantes en la investigación del cáncer, lo que refleja el impacto tangible de estas iniciativas en la mejora de los tratamientos y el apoyo a los pacientes.
Neuroblastoma Australia, una organización caritativa dedicada a aumentar las tasas de supervivencia del neuroblastoma, continúa su labor de recaudación de fondos y concienciación sobre la enfermedad, con el objetivo de que cada niño diagnosticado con neuroblastoma tenga la oportunidad de llevar una vida plena.
Estos avances destacan el poder de la investigación científica y la colaboración global en la lucha contra el cáncer, ofreciendo nuevas oportunidades para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes más jóvenes.