En 2025, es fundamental hacer un cambio de hábitos que impacte positivamente nuestra salud y calidad de vida. La relación entre nuestros hábitos diarios y el riesgo de cáncer es clave, por lo que adoptar un estilo de vida más saludable se vuelve esencial.
Ante el alarmante aumento de casos de cáncer en México, fomentar hábitos saludables y mantener una dieta balanceada se vuelve prioridad nacional. Estudios recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que el cáncer es la tercera causa de muerte en el país, resaltando la necesidad urgente de tomar medidas preventivas.
Dieta balanceada: Pilar fundamental
La alimentación desempeña un papel crucial en la prevención de enfermedades, incluyendo diferentes tipos de cáncer.
Según la Secretaría de Salud, adoptar una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables se asocia con una menor incidencia de cáncer. Al contrario, el consumo excesivo de carnes rojas y productos ultraprocesados ha sido vinculado a un mayor riesgo de cáncer colorrectal, de mama, entre otros.
Estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revelan que una dieta equilibrada no solo protege contra el cáncer, sino que también beneficia nuestra salud general, mejorando la inmunidad y reduciendo la inflamación. Esto es especialmente relevante en un país donde los hábitos alimenticios tradicionales han sido transformados por el consumo de alimentos industrializados.
20 minutos de actividad física al día mejoran la salud significativamente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que realizar al menos 20 minutos diarios de ejercicio moderado reduce significativamente el riesgo de varios tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
En México, donde la obesidad es un problema creciente—afectando a más del 35% de la población, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT)—la actividad física se convierte en una herramienta esencial en la lucha contra el cáncer y otras enfermedades crónicas.
Cambio de hábitos, un propósito saludable para el año 2025
El tabaquismo sigue siendo el líder en factores de riesgo evitables en México, causando aproximadamente el 30% de las muertes por cáncer. En este sentido, el Dr. Salvador Villalobos, oncólogo del Instituto Nacional de Cancerología, afirma: “Dejar de fumar es uno de los pasos más importantes que una persona puede tomar para reducir su riesgo de desarrollar cáncer, así como otras enfermedades que ponen en riesgo la vida, dejar de fumar y beber en exceso puede mejorar la salud en general”.
En cuanto al alcohol, la capacidad de reconocer su consumo como un factor de riesgo —incluso en cantidades moderadas— es crucial. El incremento en el riesgo de cáncer de hígado, boca y garganta está bien documentado.
Fomentar hábitos saludables en la población no solo ayudará a reducir el riesgo de cáncer, sino que también contribuirá a un bienestar integral. La responsabilidad recae en todos; adoptando una dieta balanceada, haciendo ejercicio regularmente, evitando el tabaco y el consumo excesivo de alcohol y promoviendo la salud preventiva.
Además de los hábitos diarios, el acceso a la prevención médica es esencial. Las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis B se han demostrado efectivas para prevenir cánceres específicos. La educación sobre la importancia de realizar chequeos médicos regulares es vital para la detección temprana de enfermedades.