En el New York-Presbyterian/Weill Cornell Medicine, un equipo de médicos e investigadores ha emprendido una investigación del linfoma de Hodgkin, con el objetivo de arrojar luz sobre sus fundamentos genéticos y posibles vías para la terapia dirigida.
La compleja composición del linfoma de Hodgkin, con células malignas de Reed-Sternberg que representan menos del 1 % del tumor, plantea un desafío para los métodos de secuenciación tradicionales.
Sin embargo, mediante el aislamiento meticuloso de estas células y la optimización de las plataformas de secuenciación para una entrada baja, se lograron decodificar con éxito las alteraciones genómicas que impulsan esta enfermedad.
El estudio no solo proporcionó información sobre el genoma del linfoma de Hodgkin, sino que también elucidó su evolución molecular. Mediante un análisis de temporización, se distinguieron las alteraciones moleculares tempranas y tardías en las células B, proporcionando un mapa evolutivo de la progresión de la enfermedad. Notablemente, se observaron disparidades biológicas entre grupos de edad, con pacientes más jóvenes mostrando una carga mutacional más alta.
Además, se identificaron mutaciones impulsoras accionables en las células de Reed-Sternberg, como mutaciones en el gen EZH2. Estos hallazgos abren el camino para nuevas terapias dirigidas que podrían complementar o incluso reemplazar los regímenes de quimioterapia convencionales.
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Sobre esta base, el equipo se embarca en una nueva investigación del linfoma de Hodgkin centrada en el análisis de células individuales para explorar la heterogeneidad de las células de Reed-Sternberg. Al mismo tiempo, se están llevando a cabo investigaciones sobre la interacción entre las células de Reed-Sternberg y el microambiente inmunológico, con el objetivo de identificar firmas predictivas para la respuesta a la quimioterapia.
Paralelamente a la investigación del linfoma de Hodgkin, el equipo está liderando un ensayo clínico innovador para el linfoma B difuso de células grandes primario mediastínico (PMBCL), un subtipo raro que afecta a adolescentes y adultos jóvenes.
Al combinar nivolumab, un inhibidor de punto de control, con quimioterapia inmunoterapéutica estándar, se anticipan resultados mejorados y toxicidades a largo plazo reducidas asociadas con los tratamientos actuales.
Este ensayo clínico de fase 3 aleatorizado, realizado en colaboración con múltiples grupos cooperativos, marca un momento crucial en el tratamiento de PMBCL. Si tiene éxito, podría revolucionar el estándar de atención para pacientes recién diagnosticados, ofreciendo un enfoque terapéutico más efectivo y menos tóxico.