La prevalencia de la obesidad, definida por un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 kg/m², ha experimentado un notable aumento, especialmente en regiones de altos ingresos. Este incremento ha generado preocupaciones significativas debido a su estrecha asociación con diversos problemas de salud, incluido el cáncer.
En particular, el cáncer colorrectal (CCR) ha sido estrechamente vinculado a la obesidad, con estudios que revelan un aumento de 1.2 a 1.5 veces en el riesgo de CCR entre las personas con sobrepeso, y de 1.5 a 1.8 veces entre aquellos clasificados como obesos.
Recientes investigaciones han arrojado luz sobre la asociación entre la obesidad y el cáncer colorrectal de inicio temprano (CCRIT), diagnosticado en personas menores de 50 años. El CCRIT presenta características clínicas y una patogénesis molecular distintas en comparación con el cáncer colorrectal de inicio tardío (CCRIT).
Las características genéticas, como la inestabilidad cromosómica (IC) y la inestabilidad de microsatélites (IMS), se observan con mayor frecuencia en el CCRIT, contribuyendo a características histológicas avanzadas y etapas posteriores de la enfermedad. Además, síntomas como el sangrado rectal y el dolor abdominal son más frecuentes en pacientes con CCRIT, con tumores predominantemente ubicados en el colon izquierdo y el recto.
La evidencia clínica indica una fuerte correlación entre la obesidad y el CCRIT, con personas obesas que muestran un riesgo significativamente mayor de desarrollar la enfermedad en comparación con personas no obesas.
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El síndrome metabólico inducido por obesidad, caracterizado por resistencia a la insulina y dislipidemia, agrava el riesgo de CCR, especialmente en pacientes más jóvenes. La obesidad parece tener un impacto más pronunciado en el CCRIT en comparación con el CCRIT, lo que lleva a resultados más pobres y tasas más altas de recurrencia.
Los trastornos metabólicos inducidos por la obesidad, como la diabetes mellitus tipo 2 e hiperlipidemia, desempeñan un papel significativo en el desarrollo y la progresión del CCRIT. La desregulación de la insulina y los factores de crecimiento similares a la insulina, junto con las alteraciones en las hormonas sexuales y las adipocinas, contribuyen aún más al riesgo de CCR en personas obesas.
Estos componentes del síndrome metabólico muestran una asociación más fuerte con el CCRIT en comparación con el CCRIT, subrayando el papel valioso de la disfunción metabólica relacionada con la obesidad en la patogénesis de la enfermedad.
El microbioma intestinal, crucial en el desarrollo del CCR, también se ve afectado por la obesidad. Las personas obesas presentan alteraciones en la composición microbiana intestinal, caracterizadas por una disminución de la diversidad y abundancia de microbios beneficiosos.
Esta disbiosis, junto con la acumulación de sustancias tóxicas como los lipopolisacáridos (LPS), promueve la progresión del CCR en pacientes con CCRIT. Los cambios relacionados con la obesidad en el microbioma intestinal parecen tener un impacto más significativo en el CCRIT en comparación con el CCRIT.