Aunque el cáncer infantil representa solo el 1% del total de tipos existentes en todas las edades, es la primera causa de muerte por enfermedad entre niños y niñas de 5 a 14 años en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Salud.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican más de 400 mil casos nuevos de cáncer infantil en todo el mundo, pero en países de ingresos bajos y medios como México, hasta el 80% de los pacientes no sobreviven, en contraste con tasas superiores al 80% en países con sistemas de salud más robustos.
En el país se estima que cada año se diagnostican entre 5 mil y 6 mil nuevos casos de cáncer en menores de 18 años, aunque las cifras podrían ser mayores debido al subregistro y la falta de diagnósticos oportunos, según el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA). “Uno de cada dos niños con cáncer no llega al tratamiento o lo abandona por falta de acceso, de recursos o de medicamentos”, alertó en 2023 la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC).
Las leucemias —especialmente la leucemia linfoblástica aguda de células B (LLA-B)— encabezan la lista de los tipos de cáncer más comunes en niños, seguidas de los tumores del sistema nervioso central y los linfomas.
Según el Observatorio Global de Cáncer (Globocan), adscrito a la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), más de 80 mil menores de 19 años son diagnosticados con leucemia cada año a nivel global.
A pesar de los importantes avances científicos y el uso de la inteligencia artificial como aliada de los tratamientos preventivos a nivel global, en México las condiciones estructurales del sistema de salud siguen limitando el acceso a terapias efectivas y oportunas.
En México: más diagnóstico tardío, menos supervivencia
A diferencia de países con sistemas de salud más sólidos, en México la supervivencia al cáncer infantil oscila entre el 50% y 60%, mientras que en Estados Unidos o Alemania supera el 80%, según la OPS y el Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG).
Las principales barreras en México son:
- Diagnóstico tardío: Más del 60% de los casos se detectan en etapas avanzadas.
- Déficit de oncólogos pediátricos: Solo hay alrededor de 200 especialistas registrados en todo el país para atender a más de 32 millones de niñas y niños (CONAPO).
- Desigualdad regional: El 70% de los casos de cáncer infantil se atienden en solo 12 entidades federativas; estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero carecen de centros especializados (AMANC).
- Desabasto de medicamentos: Desde 2019, organizaciones civiles han documentado más de 1,800 reportes de falta de medicamentos oncológicos pediátricos, según Nosotrxs, #CeroDesabasto y PADRES.
De acuerdo con un análisis del IMCO (2024), el presupuesto para atención oncológica pediátrica se ha mantenido por debajo de lo necesario, sin ajustes suficientes a la inflación ni cobertura total para terapias innovadoras.
Frente a los avances científicos que prometen terapias más humanas y efectivas contra la leucemia infantil, México enfrenta el reto urgente de cerrar la brecha entre lo posible y lo real. El país necesita políticas públicas sostenidas, inversión estratégica y un compromiso genuino para garantizar que ningún niño muera por falta de diagnóstico oportuno o por no acceder a una medicina que ya existe.